Los peloides o fangos termales han sido utilizados por el ser humano desde la antigüedad y existen referencias de su uso por los antiguos egipcios y griegos. Plinio el Viejo en su obra “Naturalis historiae” trata del uso de los barros volcánicos para alteraciones del estómago e intestinos, lo que muestra el interés de los romanos por el tratamiento con fango, y Dioscórides cita el uso de las tierras y arcillas en sus escritos.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, con el auge del termalismo, se desarrollan numerosas villas termales en Francia, Italia, Alemania, República Checa, Rumania, Rusia, Hungría, etc., en las que usan los fangos termales en sus tratamientos. En Francia Dax, Balaruc, Luchon, Bourbonne-les Bains, Barèges, etc., se convierten en centros de referencia, mientras que en Italia destacan los fangos de la cuenca Euganea con balnearios como Abano, Acqui, Montecatini, etc. que alcanzan su esplendor en esta época y que continúan en la actualidad.
En los últimos años se han desarrollado numerosas investigaciones científicas que muestran sus acciones y estudian su composición química, especialmente en Italia, Francia e Israel.
- Aplicaciones en forma de baños
El peloide adecuadamente homogenizado y termalizado se coloca en las bañeras o dispositivos apropiados según la parte del cuerpo que se va tratar. Se usan poco ya que requiere una gran cantidad de producto.
El paciente se sumerge en estas bañeras o piletas que contiene el peloide a una temperatura que oscila entre 38 y 45ºC por término medio (de 38º a 45ºC en el fondo de la bañera y de 36º a 39ºC en la superficie) y se mantiene en este medio durante un tiempo de 15 a 30 minutos. La aplicación va seguida de una ducha general o baño de limpieza.
Los baños puede ser totales, semibaños, parciales de extremidades, etc., teniendo en cuenta que cuanto más limitada sea la aplicación, más se puede elevar la temperatura y el tiempo de aplicación. Un tipo especial de bañera es la que se emplea en balnearios alemanes, donde una lona permite llenar el baño únicamente en un cuarto de su capacidad, envolviendo con la misma al paciente para mantener la temperatura y que el peloide alcance toda la superficie corporal.
- Aplicaciones en forma de emplastos y envolturas
Aplicaciones que se circunscriben a una parte del cuerpo: abdomen y zona pelviana, hombro, codos, muñecas, rodillas, columna vertebral, en forma de emplastos. Se aplica el peloide directamente sobre la zona a tratar o previamente extendido sobre una lona o tela impermeabilizada de tamaño adecuado a la zona; el grosor de la capa puede oscilar entre varios milímetros hasta unos 10 centímetros según el efecto pretendido, ya que cuanto más gruesa sea, más se mantendrá el calor. Si se trata el cuerpo completo, la capa suele ser fina, con la consistencia de un ungüento.
La temperatura de aplicación varía entre 39ºC y 50ºC según la prescripción médica y la extensión del área de tratamiento. Posteriormente el paciente se envuelve en una sábana impermeable y se cubre con una manta; también se puede aplicar una fuente de calor, ya sea mediante radiación infrarroja o una manta térmica. El tiempo de tratamiento es de 15-20 minutos según la tolerancia del paciente y el efecto deseado.
También se pueden aplicar en forma de compresas, de manera que el fango está envuelto en una doble capa de celulosa u otro material poroso biodegradable, aplicándose al paciente sin necesidad de realizar un lavado posterior de la zona.
En el caso de aplicación de limos, es frecuente el uso del método egipcio, en el que se impregna al paciente con el limo y a continuación se expone a la acción térmica de los rayos solares. Este es el caso de los limos de Mar Muerto (Jordania e Israel) y en el Mar Menor en Murcia. Posteriormente se retira con ducha o baño.
Existen también aplicaciones especiales, como las compresas de peloides frías (más raramente en forma de cataplasmas) en algunas alteraciones de la piel que se acompañan de picor, o en los estadios iniciales de inflamaciones o contusiones para prevenir la hinchazón y el dolor. La temperatura recomendada es alrededor de 20ºC. También se pueden usar en casos de secuelas de flebitis combinando con aplicaciones de balneación.
En todos los casos, la peloterapia debe ir seguida de un tiempo de reposo en lecho o tumbona, durante 10 a 30 minutos.
Las curas se suelen realizar en ciclos de 15 a 20 aplicaciones, diarias o en días alternos, siendo recomendable repetir el tratamiento cada 6 meses o un año según sean las respuestas obtenidas y la prescripción médica.